Hola! ¿Esperaban hace tiempo una entrada de _Vainilla_? Bueno, aquí estoy de nuevo escribiéndoles.Aqui les tengo una nota de la Autora,Elisabetta Gnone, para ustedes.

Alguien, al leer el libro, dijo que Fairy Oak transmite buenas sensaciones.
Realmente me encantaría que fuera así, porque yo sentí lo mismo mientras lo escribía.
Desde hacía tiempo anhelaba la armonía y la naturaleza, las cosas buenas 
y los buenos hábitos, los ritos y la familiaridad, los amaneceres y el viento, 
las estaciones y los colores, las lanas mórbidas y las prendas hechas con agujas 
de punto, el mar y las marejadas, las canciones y la comunidad. 
He rodeado a mis personajes de todos esos placeres, sumergiéndolos en un mundo repleto 
de fragancias y sonidos, voces familiares y sabores deliciosos. Un mundo en el que
yo me cobijo de vez en cuando y en el que espero se refugien de buena gana mis jóvenes 
lectores. Quizás con un vaso de leche caliente en la mano. Sin prisa. Porque en 
Fairy Oak hay tiempo para percibir los olores que trae el viento del oeste y escuchar 
el canto de los grillos, contemplar los juegos de la Naturaleza y disfrutar del repicar 
de las campanas. Sí, en Fairy Oak hay tiempo. Y hay espacio para mirar a lo lejos, 
muy a lo lejos, hasta el horizonte. Y partir en busca de grandes descubrimientos.
Fairy Oak no existe, pero está hecho de cosas reales: los valles, los tejados, los jardines, 
las caras, las ropas, los letreros, las piedras de las casas, los puertos, los faros, todo es 
real. Para ilustrarlos, mi marido y yo viajamos, leímos, fotografiamos y vimos
miles de fotografías. Juntos seleccionamos más de 500 imágenes. Nos sirvieron a 
nosotros, para ambientarnos en el valle de Verdellano, y también a los dibujantes que 
han ilustrado la historia. Fue un trabajo muy divertido: el valle con el que soñábamos 
fue materializándose poco a poco en nuestras mentes y en el papel. Hasta que un día 
nos vimos paseando por sus caminos. Yendo hacia donde sabíamos que había un faro, 
descubrimos un bosque y un lago. Descendiendo hacia la playa, cruzamos un puente     
de madera sobre un torrente. Ascendiendo hacia el Paso Alto, nos topamos con las 
tétricas ruinas de una torre.
Ahora, podríamos dibujar un mapa preciso de Verdellano. En nuestro viaje, lo visitamos 
en verano, en el primer libro, luego en otoño y en invierno, en los libros segundo y 
tercero de la Trilogía. Y regresamos, para vivir nuevas aventuras fantásticas, con la 
serie de los Cuatro Misterios.Siempre con alegría, hemos encontrado las huellas dejadas por algún joven lector... 
Joven de verdad o joven dentro de sí. Porque estas historias son, en el fondo, un poco 
para todos.
                                                                            Elisabetta Gnone  

¿Les gusto? Bueno eso es todo veré si encuentro mas cosas.He preguntado cosas a la Autora pero ¡no me responden!. Les mando muchos besitos _Vainilla_

nota de la autora extraída de: www.fairyoak.com